viernes, 7 de agosto de 2015
LOS LOBOS DE WASHINGTON
A veces el cine español ofrece sorpresas. Ya casi no lo sigo porque en los últimos años es decepcionante, salvo excepciones....
Mi memoria no da ya para recordar a los directores actuales, pero la peli "LOS LOBOS DE WASHINGTON" de un tal Barroso, rodada en 1998, tiene talento dentro....
Se ve con agrado, humor y piedad. Es una especie de vuelta super original y piadosamente caústica a las películas del realismo italiano o español de los años cincuenta pero con personajes de la ciudad actual. A las luchas de supervivencia en el ambiente hostil de las urbes clasistas depauperadas con el añadido sabroso y novedoso de tener un Pícaro-Pigmalion que desearia guiar a sus amigos -literalmente tontos- a un Edén más confortable para todos ellos pero a los que traicionará, en parte, para salvarse y salvar al menos a su chica e hijo, ya que se da cuenta de que todos son demasiada carga, no quiere, no merece, o cree que no podrá. (no lo tengo claro porque no ví el principio de la peli)....
Las emociones mostradas por los personajes se completan con la esperanza difusa tan humana como utópica de los protagonistas tarados (no la sienten ni entienden del todo) de alcanzar su "El Dorado" sencillo; consistente, sobre todo, en seguridad y afecto. Una arcadia así de simple y tierna: Posiblemnete el slogan que, de escribirlo, portarían pondría: "Paz en la tierra para nosotros los idiotas".
Un filme enternecedor....
Un retrato costumbrista y humanista del mundo moderno. Mete la cámara hasta el fondo de los cuerpos buscándoles el alma noble que todos -aun los menos inocentes- tienen dentro, huida de sí misma,casi extinguida y manchada, porque el mundo que conocen no está para hecho para las almas....
Aparentemente, diríase que Guionista y Director, nos muestran solo el retrato de un tipo muy especial y marginal de humano y ciudadano que malvive y sobrevive en las ciudades dentro del lumpen o los desclasados: LOS MEDIO TONTOS (literalmente), pero en el fondo, aunque algunos de esos personajes no lo saben, todos menos uno adolecen de idiocia. Incluso han caracterizado también así -faltos de un hervor- a los ciudadanos normales: la tabernera, los policias, el camionero, el cliente del taxista, el empresario, la mujer,la amante inmigrante, los médicos y enfermeros....
Ese es el gran acierto de la peli. Dibujarnos a todos como defectuosos y sencillos mortales, a quienes nuestra particular debilidad nos hace simplemente humanos equiparándonos a los demás: lo mismo el listo que el tonto. Nuestra condición de seres necesitados nos iguala.
Todos, personajes desvalidos perdidos en las urbes sin otro norte en la vida más allá del de imitar los considerados estandares de comportamiento: trabajar,ganar dinero, etc....
De mucho valor, las interpretaciones de Bardem, Alterio, Alberto San Juan, etc.. Sobre todo, Eduard Fernández. Su personaje es el tuerto listo entre los ciegos. El perdedor con cabeza y corazón medio obligado a traicionar a sus amigos limitados -empujados por una sociedad que no comprenden y los maltrata-, que lo arrastran también a él sin permitirle zafarse de las garras de la enloquecida urbe....
De lo mejor de la peli también -y patético-, el intento de cada uno de los tontos de hacerse el listo con el aun más tonto que él en la escala. Una versión humana de la maldad -casi inocente en ellos- que utiliza e imita el sistema de picotear a la gallina inferior. Un intento esporádico y calamitoso de querer entender y adaptarse a las picardias " y listuras" de los humanos normales....
En definitiva, por una vez, ¡Chapeau!. El guión tiene algun que otro defecto de verosimilitud pero es perdonable por la calidad del retrato de conjunto de la sociedad logrado: Piadosamente ácido. "Todos en la misma ciénaga", en frase de Wilde....
Lo tragicómico de las situaciones ha hecho que no se me haya quitado la sonrisa de la boca en toda la peli... ¡Conmovedora!, que dicen los críticos al uso.Dura y tierna a la vez.
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