Tengo que agradecer que a mí -que me dió requetefuerte-,
no me diera tan extremo como a Marga Gil Roesset
( Suceso publicado en el dominical del Correo del 24 de enero de 2015).
Le faltó una miaja... Quizás por aquello de tener ya una edad, estar bien formado y, si se me permite, "bien amueblado"; saber relativizar y, aunque al final, decidirme a abrir los ojos y las puertas a otro cielo y cerrar las de aquél infierno, que me hubiera tragado entero, ¡literalmente!.
Tu mejor poema (que he extravíado, pero no olvidado) , decía algo parecido a:
"Abro los brazos. Te alejas...
Y no se, si es que te vas borrando
o que alzo las alas y me voy volando"
(Era más bonito aún)
Ésta señorita, MARGA, por lo que sea, no pudo/no supo hacerlo. Demasiado joven y pasional. ¿Quién sabe?...
En todo caso, yo le rindo este pequeño homenaje de comprenderla y traerla a mi blog.
Posiblemente, enamorarse de un poeta
no tenga nunca re-solución sencilla.
Y hacerlo de Juan Ramón en 1932, en todo su esplendor, mucho menos.
A su vez, me gustaría conocer los sentimientos de "Juanra" ante el esplendor de ella.
Me llama la atención que la considerara "fuerte".
Y concluyo con este post-it, preguntándome :
¿Ya eres, Chimbo, como los demás?
¿ LO CREO ?
Lo siento, Marga. In Memoriam.
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