PERDIDA
Solo tú,
con tu paso pausado,
te atreves a levantarte contra el acantilado;
contra el aullido.
¿Adónde iré que no haya estado ya antes,
si tus ojos me llevaron?
Acorralado y no te importa.
Las manos contra mi levantas,
las voces del espanto que me espanta…
¡Y gozas!
Tanto te comí que no cesa mi vómito de Tí.
Yo, era tu dolor,
y te lo quitaste.
Como una tontería otoñal,
me nacía la sonrisa en noviembre,
solo con verte.
solo con verte.
Yo era tu flor.
Un cuadro de Malevich.
Un tatuaje…
-Primavera 2014-
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