Selección de Poemas del libro de Kirmen
"MIENTRAS TANTO CÓGEME LA MANO"
Un título tan sencillo como hermoso y delicado.
Estos poemas me gustan mucho por sensitivos.
Tienen hondura. Sus finales, sobre todo.
Los cierra muy poéticamente.
...Me seducen los Versos que he subrayado.
MANZANAS
Homero utilizaba una sola palabra
para nombrar el
cuerpo y la piel.
Safo se dormía
sobre los pechos de sus amigas.
Etxepare soñaba con mujeres desnudas.
Hace tiempo que todos callaron.
Hoy parece que hemos de ser perfectos también en la cama,
como esas manzanas rojas del supermercado,
demasiado
perfectas.
Nos
pedimos demasiado,
y
casi nunca sucede lo que esperamos
de
nosotros mismos, del otro o de la otra.
Las
leyes son distintas al enredarse los cuerpos.
Homero utilizaba una sola palabra
para nombrar el
cuerpo y la piel.
Safo
se dormía sobre los pechos de sus amigas.
Etxepare soñaba con mujeres desnudas.
Etxepare soñaba con mujeres desnudas.
Aún me acuerdo
del tiempo
en que
pasábamos la noche en vela, abrazados,
como
cachorros de tigre.
Beñat Etxepare.
Poeta y clérigo anterior
a la contrarreforma, autor
del
primer libro impreso en euskera, Lingua
Vasconum Primitiae, en 1545.
VOLGA
Es abril. Se han deshelado las aguas del Volga.
Los vapores han empezado a navegar
Los vapores han empezado a navegar
por los mismos lugares que hace un mes cruzaban los carros.
Antón Chéjov se dirige a la isla-cárcel de Sajalin.
Antón Chéjov se dirige a la isla-cárcel de Sajalin.
Su madre le ha dicho que no lo haga,
su hermano le ha dicho que no lo haga.
Pero él lo tiene
muy claro:
Quiere dar nombre al infierno.
Es diciembre. Chéjov llega a Moscú.
Su madre y su hermano acuden a recibido.
Trae baúles repletos de papeles.
Trae baúles repletos de papeles.
Pero sus ojos
están demasiado cansados,
cubiertos por un velo azul, cristalizados
por una delgada capa de hielo
cubiertos por un velo azul, cristalizados
por una delgada capa de hielo
que no puede resistir el paso de los días.
EL RÍO
En otro tiempo
hubo un río aquí,
donde ahora hay bancos y losetas.
donde ahora hay bancos y losetas.
Hay más de una
docena de ríos bajo la ciudad,
si hacemos caso a los más viejos.
si hacemos caso a los más viejos.
Ahora es sólo una
plaza en un barrio obrero.
y tres chopos son la única señal
y tres chopos son la única señal
de que el río sigue ahí abajo.
En cada uno de
nosotros hay un río oculto
a punto de desbordarse.
a punto de desbordarse.
Si no son los
miedos, es el arrepentimiento.
Si no son las dudas, la impotencia.
Si no son las dudas, la impotencia.
Un viento del
Oeste azota los chopos.
La gente avanza a duras penas.
La gente avanza a duras penas.
Desde el cuarto
piso una mujer mayor
está tirando ropa
por la ventana:
tira una camisa
negra y una falda de cuadros
y un pañuelo de seda amarillo y unas medias
y aquellos zapatos que llevaba
y un pañuelo de seda amarillo y unas medias
y aquellos zapatos que llevaba
el día de
invierno que llegó del pueblo.
Unos zapatos de charol, blancos y negros.
Unos zapatos de charol, blancos y negros.
En la nieve, sus
pies parecían avefrías congeladas.
Los niños echan a
correr tras la ropa.
Al final, ha sacado su vestido de boda,
Al final, ha sacado su vestido de boda,
se ha posado
sobre un chopo, torpemente,
como si fuera un pájaro grande.
como si fuera un pájaro grande.
Se oye un gran
ruido. Se asustan los transeúntes.
El viento ha
arrancado de cuajo uno de los
chopos.
Las raíces del árbol parecen la
mano de una mujer mayor,
que espera que cuanto antes otra mano la acaricie.
que espera que cuanto antes otra mano la acaricie.
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