La última película de Woody Allen
Amboto.Duranguesado.Vizcaya.
¡ Qué fácil es hacer cine para este hombre !.
En el tema del séptimo arte ese es su mayor mérito.
Cine simplísimo, tipo Corin Tellado, con tema estereotipado. Idea sencillísima. Romanticismo fácil, pueril y sin embargo…
La peli tiene, como tantas otras veces, ese duendecillo de intelectualidad y unas localizaciones de belle époque luminosas (Costa Azul o por ahí) con música de jazz que te envuelven y ¡ZAS! taquilla salvada. ¡A hacer otra película!
Debo decir que me perdi el principio. Llegué al final de la representación del mago. Conociéndole, seguramente, algun pensamiento, máxima o metáfora bonita me perdí.
Hoy, mi análisis, EN ESQUEMA,
(que estoy sin tiempo y el asunto tampoco merece)
Vestuario Vintage : Alfombras y Sofás raídos y viejos. Impropios del nivel supuesto a los protagonistas en ese momento
Dialogos saturados. Cargados. Y a toda mecha. Simploncetes. Chorras. Pedantes
Vestuario masculino en general ¡ guay !.
Coches de 1920 ¡Guays!
El Sur de Francia y La Provenza ¡Guays!. No cambian, lógicamente
Coches de 1920 ¡Guays!
El Sur de Francia y La Provenza ¡Guays!. No cambian, lógicamente
Traje de noche de ella ¡Guay del Paraguay!
Machismo decimonónico evidente -como acostumbra- alrededor de la belleza femenina.
(Nadie se queja, por ser el quien es)
Personajes jóvenes poco creibles. Woody prioriza al Galán madurito culto (su alter ego), del que se enamorara la jovencita, porque al millonario joven y guapo lo retrata bobo del todo.
La escena del Observatorio muy buena.
No me extrañaría que fuera la idea que le hizo hacer la peli.
De ahí el título: “Magic in the Moonlighy”
Final Sorpresivo
CONCLUSION. Para ser cine de Jolivú, pasable
No hay comentarios:
Publicar un comentario